El arte sacro como patrimonio artístico eclesiástico vivo
Andalucía apuesta por el arte sacro como motor de identidad, economía y cohesión social. Una inversión de 16 millones € (2019-2026) que destaca a esta comunidad como referente nacional en la gestión del patrimonio cultural religioso. (Ya ejecutados: 6,2 millones €)
Se trata de una estrategia para la conservación, protección y promoción del arte sacro y del patrimonio religioso, tan profundamente enraizados en nuestra identidad.
El arte sacro como patrimonio artístico eclesiástico vivo, no solo representa una expresión de espiritualidad y tradición, también genera valor económico y cultural, fomenta empleo, turismo, innovación, y cohesión social (en este caso que nos ocupa a las ocho provincias andaluzas).
En Andalucía, alrededor del 80% del patrimonio histórico está vinculado a elementos religiosos. La semana santa, las hermandades, los talleres artesanos o las bandas de música forman un ecosistema único en el que TRADICIÓN, ARTE y FE conviven de manera armoniosa.
Hay que destacar la creación de una comisión mixta entre la Junta y la Iglesia Católica, que coordina la protección del patrimonio. Esta colaboración reafirma algo fundamental y con la que comulgo al 100%: el patrimonio religioso tiene sentido pleno cuando sigue vinculado a la comunidad que lo ha custodiado durante siglos: la Iglesia. La iglesia como custodia viva del patrimonio religioso asegura su continuidad.
Esta es la manera ORDENADA de mantener nuestros orígenes CRISTIANOS, en la colaboración y compromiso de las instituciones públicas y la Iglesia.
También se apuesta por el relevo generacional de oficios como la talla, el bordado o la orfebrería litúrgica, lo cual garantiza no solo la conservación material, sino también la transmisión viva de lo tradicional.
Esta iniciativa es mucho más que una política cultural. El arte sacro no es solo un motor de desarrollo económico y cultural, sino también una manera de conservar nuestras tradiciones y poner en valor la trascendencia del ARTE RELIGIOSO y la FE de tantos cristianos que se han educado en la FE. Monseñor Munilla en el video del 14 de abril discierne sobre la batalla cultural frente a la religiosidad popular, subrayando con claridad la diferencia entre ambas visiones .
Lo cierto es que el arte sacro y todo el patrimonio religioso y cultural transmite una BELLEZA que difícilmente no puede ser apreciado por unos y otros. Y es en esta contemplación de la belleza donde surge el deseo de permanencia, de trascendencia y de conservar un patrimonio tan rico que además de deleitarnos los sentidos, genera empleo y riqueza. Esto viene a ser un compromiso con el futuro. Un modelo que otras comunidades deberían replicar.